FRECUENCIAS DE BANDAS DE OCTAVA: LA CLAVE PARA ELEGIR EPPs Y CONTROLES DE RUIDO

Las frecuencias de bandas de octava son la brújula para tomar decisiones inteligentes en control de ruido.

No todos los ruidos son iguales. Aunque dos máquinas emitan el mismo nivel de presión sonora en decibeles, la forma en que ese ruido afecta al trabajador puede ser muy distinta. Aquí entra en juego un concepto esencial en higiene ocupacional: las frecuencias de bandas de octava.

¿Qué son las frecuencias de bandas de octava?

Son una forma de analizar el espectro de un sonido, dividiéndolo en rangos de frecuencia que se agrupan en potencias de 2 (octavas).
Por ejemplo:

  • 125 Hz (bajos, vibraciones graves)
  • 250 Hz
  • 500 Hz
  • 1 000 Hz (zona media, donde es más sensible el oído humano)
  • 2 000 Hz
  • 4 000 Hz (altos, agudos que pueden ser más dañinos para la audición)

¿Cómo se miden?

Se utiliza un sonómetro con analizador de espectro o un analizador de bandas de octava, que permite conocer cuánta energía sonora se concentra en cada frecuencia.

Esto es fundamental porque el ruido no solo se mide en cantidad (decibeles), sino en calidad (frecuencia).

¿Por qué es importante para la selección de controles?

  • Selección de EPP (Protectores Auditivos): no todos los tapones o protectores reducen igual todas las frecuencias. Algunos son más efectivos en frecuencias altas, otros en bajas. Elegir sin este análisis puede generar una falsa sensación de seguridad.
  • Diseño de controles de ingeniería: al conocer qué frecuencias predominan, se puede decidir si es mejor usar barreras, encapsulamientos, silenciadores, o materiales absorbentes específicos.
  • Prevención de daños auditivos específicos: la hipoacusia inducida por ruido suele afectar más las frecuencias medias-altas (3 000 – 6 000 Hz). Detectar el rango predominante ayuda a anticipar riesgos.
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Ejemplo práctico

Dos motores pueden emitir el mismo nivel de 90 dB. Pero si uno concentra su energía en 125 Hz y el otro en 4 000 Hz, la percepción y el daño potencial serán distintos. Solo un análisis por bandas de octava permite diferenciar y actuar correctamente.

Las frecuencias de bandas de octava son la brújula para tomar decisiones inteligentes en control de ruido. Ignorarlas puede llevar a inversiones ineficaces en EPP o a controles de ingeniería que no resuelven el problema.


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